domingo, 17 de marzo de 2013

Fumando espero


Tanto El Mundo como los periódicos del Grupo Joly -en la siempre más que interesante columna de Juan Manuel Marqués Perales- apuntan hoy la resistencia de Griñán a la hora de firmar el finiquito de Rubalcaba. En el momento de mayor debilidad del secretario general del PSOE, el presidente de la Junta -su antiguo adversario- no termina de ver claro la conveniencia de poner fin al pacto de agresión firmado con Rubalcaba y forzar su dimisión convocando primarias para elegir a un nuevo líder socialista.

Pero, ¿cuales son las razones que impulsan a Griñán a mantener el status quo? Marqués Perales señala la creencia de la vieja guardia socialista andaluza en una supuesta ambición del presidente de la Junta a liderar el partido en Madrid, no sin advertir que es probable que Griñán no tenga esas aspiraciones en estos momentos. Por su parte, fuentes cercanas a Griñán indican a El Mundo la necesidad de darle más tiempo a Rubalcaba por si su liderazgo se estabiliza, algo que no termina de convencer ya que es difícil que un líder político se mueva sin obtener un beneficio a cambio.

Mientras tanto, no sólo el ala chaconista se está moviendo ante una futura y definitiva crisis que fuerce las primarias. También lo hacen los rubalcabistas. O mejor dicho, los antiguos rubalcabistas. Según cuenta hoy el diario de Pedro J. Ramírez, Patxi López ya cuenta para esas primarias con el apoyo de Chaves y Zarrías -que parecen haberse cansado del pacto de no agresión firmado entre Rubalcaba con Griñán. Y ahí es donde pueden encontrarse las verdaderas razones del presidente de la Junta para no desbancar a Rubalcaba. Para el líder socialista andaluz, Rubalcaba es menos peligroso para sus intereses que López como lider socialista. El secretario general del PSOE es un líder débil, al que muchos españoles ligan con el pasado, y que por tanto necesita contar con la aquiescencia de la dirección del PSOE andaluz para mantenerse como líder socialista. En cambio, López es un político joven, cuyo único pasado ha sido propiciar las condiciones para acabar con ETA.  Por tanto, no tendría la debilidad ni las remoras que tiene Rubalcaba a la hora de impulsar al sector crítico del PSOE andaluz y hacerse así con todo el poder territorial. Además, un nuevo líder elegido a través de primarias vería como algo normal que la elección del candidato a la presidencia del Gobierno andaluz se hiciese también a través de este sistema, algo que supone un peligro para Griñán.

Y mientras Griñán espera hasta el año que viene, el PSOE sigue en mínimos históricos con una intención de voto no superior al 23% y con un líder de quien no se fía el 94% de los votantes, porcentaje superior incluso a la desconfianza que genera el propio Rajoy.

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